Razones para escolarizar a mi hijo en un colegio diocesano

El mes de marzo es en España el mes de la escolarización, ese momento tan temido por los padres que inexorablemente llega ya que los niños cronológicamente van creciendo y alcanzando las edades necesarias para iniciar su periplo escolar, bien a partir de los 3 años, bien a partir de los seis.

Ante esto, se suscitan dudas, temores y, sobre todo, impaciencia por no saber dónde acudir, por aun teniendo claros los padres los principios en los que quieren basar la educación de sus niños, principales protagonistas de esta etapa educativa, necesitan conocer las diversas realidades escolares que existen en su entorno y sopesar las distintas ofertas educativas que se les presentan para que puedan ser conciliadas con su vida laboral y familiar.

Pues bien, esta reflexión que hoy presentamos quiere servir para despejar dudas y para que los lectores que acudan a ella, tengan clara la opción que ofrecemos los centros diocesanos, que al profesar un ideario católico y proponer una línea educativa humana y religiosa, les pueda dar un plus de tranquilidad a la hora de elegir la mejor opción.

Somos centros educativos de la Iglesia que tenemos como titular al Arzobispado de Sevilla, estamos dirigidos y organizados a través de la Fundación Diocesana de Enseñanza Victoria Díez, e inmersos en las diferentes parroquias donde fuimos creados, entendiendo nuestra misión como un servicio que, dentro de la pastoral diocesana y parroquial, prestamos a la sociedad.

Entendemos la educación de nuestros alumnos, auténticos protagonistas de la acción educativa que llevamos a cabo, como una
formación integral de la persona, desde todos los ámbitos que conforman al ser humano, por ello hablamos de educación intelectual, afectiva, social, física y espiritual; que les forme como sujetos íntegros, dignos, libres, respetuosos , responsables, leales y solidarios.

En nuestros colegios formamos a los niños en el sentido crítico y en la toma responsable de decisiones para que puedan participar activa y comprometidamente en la transformación y mejora de la sociedad que debe hundir sus raíces en la verdad que Jesús nos trajo, y les sirva para que, como decía D. Bosco, sean buenos cristianos y honrados ciudadanos.

En fin, este ramillete de verdades que envuelve todo nuestro sistema educativo diocesano, requiere un compromiso fuerte y
responsable de los padres, ya que son los auténticos educadores de los niños, puesto que es en casa donde se educa y en el colegio se colabora con esa educación y se les instruye en las diversas disciplinas del saber.

Decántense por esta opción de centros diocesanos y verán cómo la excelencia académica de todos ellos, la puesta al día de sus
profesionales y el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación harán que sus hijos estén preparados para enfrentarse a un mundo en el que las nuevas generaciones deben tener unos principios lo suficientemente estables y bien asentados, que les permita ir mejorando nuestro mundo y creando una sociedad más equilibrada, justa y que siga le verdad de Jesús de Nazaret.

 

Manuel Toledo Zamorano

Director pedagógico del Colegio Diocesano Corpus Christi.

Sevilla, febrero de 2019.